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Jaeger-LeCoultre «Hybris Artistica»

Nueva edición muy limitada para la colección Hybris Artistica

La colección Hybris Artistica encarna el espíritu de inventiva tan preciado por Jaeger-LeCoultre desde su creación y añade a su palmarés excepcional dos interpretaciones totalmente inéditas. El Hybris Artistica mystérieuse, que eleva el arte relojero a su más alto grado de expresión, está compuesto por tres modelos únicos para mujer y un modelo para hombre en producción limitada a cinco unidades.
Estas piezas de excepción comparten un mismo secreto: indicar las horas y los minutos con una precisión inaudita y excepcional… y sin agujas. Siguiendo la danza del tourbillon volante orbital suspendido en una esfera sabiamente elaborada, el tiempo misterioso encuentra su maestro. En efecto, la posición del tourbillon sobre la esfera da la hora, mientras que el disco del realce traduce el paso de los minutos.
En el corazón de estas notables piezas palpita el nuevo Calibre Jaeger-LeCoultre 941, íntegramente concebido y ensamblado a mano bajo el techo de la Manufactura. Con una decoración destellante, este movimiento a medida pone en escena un nuevo tourbillon volante orbital, una nueva masa oscilante, una nueva jaula de forma original y muchas otras sorpresas que se podrán descubrir en el Salón Internacional de la Alta Relojería 2017 de Ginebra.

Hybris Artistica mystérieuse Piezas femeninas

La Manufactura Jaeger-LeCoultre siempre ha mantenido estrechos y privilegiados lazos con el tiempo “misterioso”. En su patrimonio figuran numerosas piezas «misteriosas», la mayoría femeninas, que disimulan su delicada esfera bajo un suntuoso abrigo de piedras preciosas. Las hojas de hiedra recubiertas de diamantes que ornamentan su caja y su esfera, el Hybris Artistica mystérieuse subyuga y maravilla desde la primera mirada.
Vestida de blanco, azul o rojo, esta edición limitada de solo tres unidades da a Jaeger-LeCoultre la ocasión de aplicar los inagotables talentos de sus oficios artísticos e inauditos, ya sea con el esqueletizado o con el engaste nieve, una técnica inventada y desarrollada exclusivamente por los artesanos de la Manufactura. Con una decoración nacarada absolutamente pura, el Hybris Artistica mystérieuse está animado por el nuevo Calibre Jaeger-LeCoultre 941, desarrollado a medida.
Una decoración preciosa para albergar el misterio del tiempo
El Hybris Artistica mystérieuse es un himno al eterno femenino. Posee todas las sutilezas: la belleza, el misterio y la gracia. Esta suntuosa obra disimula y desvela sus tesoros a partes iguales. Su caja de oro blanco luce diamantes engastados con la técnica nieve. Su esfera de nácar está cubierta de hojas de oro con gemas engarzadas. Las indicaciones de los minutos se revelan mediante zafiros o rubíes.

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En esta nueva creación la ausencia de agujas contribuye a su fascinación. ¿Se trata de un reloj, de una joya o de un aderezo? De lo que no hay duda es que se trata de una obra maestra en la que el tourbillon volante orbital decorado con hojas de hiedra de oro indica las horas con precisión, girando sobre sí mismo en 60 segundos y en torno a la esfera en 12 horas. El diseño de la jaula del tourbillon se ha replanteado, adoptando la forma grácil de una estrella de cinco puntas. Las miradas, totalmente conquistadas, se deleitan con el espectáculo de la esfera no olvidandola jamás.

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Sobre el realce que rodea la esfera, la mano del artesano también deja su huella. Deliciosamente geométricos, los pequeños diseños se suceden, adoptando como leitmotiv la forma de una hoja de hiedra en nácar que aparece en transparencia. En este refinado recorrido, una piedra preciosa perfectamente redonda, un zafiro o un rubí -en función del modelo-, gira como un punto luminoso para indicar los minutos.
Una exquisita demostración del ingenio creativo de los Oficios Artísticos Inauditos
La hoja de hiedra, en su máximo esplendor, se presenta en múltiples perspectivas. El espectáculo es deslumbrante. Para reforzar este impacto visual, los artesanos de la Manufactura han privilegiado el engaste nieve, iniciado por Jaeger-LeCoultre. Esta técnica da al artesano la total libertad de escoger el tamaño y el lugar de los diamantes, que poseen diámetros distintos, para yuxtaponerlos después unos contra otros y cubrir íntegramente el metal. Además del brillo excepcional que este tipo de engaste procura – El cual nos hace pensar en un manto de nieve, de ahí su nombre- produce una sensación al tocarlo sensacional: suave y estremecedora.

Al girar la caja se puede contemplar con admiración la magnífica masa oscilante de oro rosa. Íntegramente grabada a mano, su disco completo luce un acabado esqueletizado que representa también el motivo de la hoja de hiedra martillada. La técnica del esqueletizado permite estilizar la belleza del movimiento y de sus componentes para dar vida a un suntuoso bordado de metal.

Hybris Artistica mystérieuse Piezas masculinas
En el linaje del Master Grande Tradition, esta pieza presenta el toque distintivo del Hybris Artistica. Uno de los aspectos más sorprendentes de esta pieza escultural reside en la belleza de su motivo esqueletizado, que se repite tanto por el anverso como por el reverso. En esta escenografía muchos reconocerán un encaje, un mosaico o quizás un vitral… Cada uno es libre de interpretar el simbolismo de esta nueva pieza firmada por Jaeger-LeCoultre, que presenta el tiempo de una forma misteriosa, con una sublime decoración y descotándose como una obra maestra única producida en una edición limitada de solo cinco unidades.

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Gracias a su movimiento automático, el Calibre Jaeger-LeCoultre 941, su esfera arquitectónica y su diseño de inspiración gótica, esta pieza relojera es realmente excepcional. Sea cual fuere el ángulo bajo el cual se admire, de frente, por el fondo o por los lados, la sorpresa va aumentando cada vez más hasta ser total. Imposible no quedar cautivado por su esfera en aventurina azul, sobre la cual reposa un encaje de nácar esqueletizado, su tourbillon volante y su jaula en forma de ojiva, su caja de oro rosa, sus asas atornilladas, su movimiento decorado a mano…

De la arquitectura al arte, una impresión inolvidable
Entre luces y sombras, un bordado de nácar esqueletizado dibuja sobre el disco de la esfera en aventurina azul un rosetón de líneas y curvas simétricas. Este cuadro geométrico de proporciones perfectas se amplifica in crescendo desde el tourbillon volante –que se abre sobre la esfera, cuyo fondo está guilloché a mano- hasta el realce con índices afirmados. Alrededor de esta decoración se despliega una caja de oro rosa de 42 milímetros. Gracias a la ausencia de agujas, la esfera se ha podido alzar de unos milímetros, lo que permite desvelar el trabajo de orfebre que le ha dado vida. De cerca, los detalles más ínfimos toman otra dimensión. La aventurina, una piedra semipreciosa constelada de escarcha, le da al reloj una increíble profundidad. Sinónimo de refinamiento, destella con todo su fulgor sobre las asas, la banda de la carrura y la masa oscilante.

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El tiempo suspende su vuelo en una decoración a su medida
Considerado como una de las complicaciones más prestigiosas, el tourbillon volante orbital añade una nueva hazaña a sus prestaciones mecánicas. Dotado de una caja en forma de ojiva contundente, se sujeta sobre sí mismo sin necesidad de puente, dejando libre curso a una trayectoria perfectamente orquestada. Su posición sobre la esfera indica la hora, mientras que una flecha discreta indica los minutos sobre el realce. El nombre de este reloj sin agujas cobra entonces todo su sentido. El misterio del tiempo, parece no tener el más mínimo secreto para los maestros relojeros de Jaeger-LeCoultre, que encuentran en él su inspiración.

Un diseño original asociado a un trabajo de decoración
Los apasionados de alta relojería notarán que la esfera no es el único elemento esqueletizado. La masa oscilante también se beneficia de esta técnica emblemática, que se practica en el taller de los Oficios Artísticos Inauditos de Jaeger-LeCoultre. Realizado a mano, el esqueletizado requiere un saber hacer tradicional. Mediante herramientas específicas, el grabador esqueletiza uno tras otros los componentes del movimiento para retirar la mayor cantidad posible de metal sin perturbar su funcionamiento. Al cabo de

numerosas operaciones delicadas (recortar, limar, achaflanar, pulir, cincelar, ensamblar), el movimiento se transforma en un bordado con motivos cautivadores.

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