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Jaeger-LeCoultre celebra la «74a edición de la Mostra de Venecia»

Jaeger-LeCoultre celebra la 74a edición de la Mostra de Venecia con tres ediciones limitadas de la colección Rendez-Vous

En el marco del 74° Festival Internacional de Cine de la Bienal de Venecia, la Manufactura Jaeger-LeCoultre, que colabora estrechamente con la Mostra desde hace más de 12 años, se siente honrada de presentar una serie artística exclusiva de relojes Rendez-Vous. La colección Rendez-Vous siempre ha estado asociada, desde su lanzamiento en 2012, al universo del cine. Este año, una vez más, la atmósfera romántica de la Serenissima se presta maravillosamente a la presentación de estos modelos para mujer. Los relojes Rendez-Vous Sonatina, últimas piezas maestras del taller de oficios exclusivos de la Grande Maison, expresan tres etapas distintas del enamoramiento: la seducción, el romance y el amor. Cada una está editada en una serie limitada de ocho ejemplares.

Una demostración poética de todos los conocimientos especializados de Jaeger-LeCoultre
Para crear estas tres series limitadas, la Manufactura ha necesitado desplegar sus conocimientos más emblemáticos, ofreciendo así a los relojeros y a los artesanos del taller de oficios exclusivos e inauditos la libertad de dar rienda suelta a su arte.

El Rendez-Vous Sonatina Large en oro rosa, recién incorporado a la línea femenina de la Grande Maison, está dotado de complicaciones dedicadas a las grandes soñadoras. Una estrella, ajustable por la corona y situada a la altura de las 2 h, indica la próxima cita mediante un delicado tintineo. ¿Acaso se trata de la próxima cita con el ser amado? Cual susurro, este sonido, que recuerda la hora de la cita, se completa con otra complicación: la indicación día/noche. Albergados a la altura de las 6 h, en una apertura que adopta la forma de las flores pintadas en la esfera, la luna y el sol se persiguen en un incesante ballet que evoca el sueño amoroso diurno y nocturno.

Lens Position: 1751

La majestuosa labor del taller de oficios artísticos exclusivos e inauditos
El ingenio de los relojeros de Jaeger-LeCoultre se conjuga maravillosamente con la delicada labor artística de los artesanos que trabajan en el taller de oficios exclusivos e inauditos. La elaboración de estas piezas requiere la práctica de tres oficios: el guilloché, la pintura sobre nácar y el engaste.

Lens Position: 1713

La esfera está compuesta por una pieza de nácar finamente guilloché a mano sobre toda su superficie y cubierta de una capa de pintura ligeramente tintada que ofrece graciosos reflejos tornasolados. Por primera vez, los artesanos de la Manufactura también han realizado a mano una pintura en miniatura sobre el nácar. El resultado es exquisito y sutil, y los detalles son tan vibrantes que parecen reales. Algunas partes de la pintura, como las aves, están recubiertas con una capa de laca transparente para ofrecer un efecto de profundidad y jugar con la materia. Cada una de las esferas alberga una obra de arte en miniatura con su propia personalidad, fruto de la inspiración artística renovada que emana de cada pincelada del artista del taller de oficios exclusivos e inauditos. En una misma serie de ocho piezas, cada esfera es única. Una labor artística que uno no se cansa de admirar.

En cuanto al artesano engastador, también sublima cada pieza con su arte. El bisel está ornamentado con diamantes de talla brillante que destacan el trabajo poético de la esfera. Sobre el realce, encima de los dígitos emblemáticos de la colección Rendez-Vous, discurre una línea de estas gemas eternas, que hace eco con la que rodea delicadamente la pintura central de la esfera. Para terminar de vestir esta verdadera joya relojera, el engastador también alberga diamantes a cada lado de la caja. Una atención que otorga, desde cualquier ángulo, una gran importancia al sueño.

Una oda a las distintas edades del amor
Cada cuadro representado en estas piezas es una creación original de Jaeger-LeCoultre. La primera etapa de este recorrido amoroso es la pieza Rendez-Vous Sonatina “Séduction”. El descubrimiento del otro en las primeras y emocionantes citas es un momento muy importante en las grandes películas, y está encarnado aquí por dos golondrinas que revolotean sobre un campo de lavandas. Estos pájaros, símbolo de libertad y felicidad, parecen prestarse a un ballet apasionado sobre un cielo nacarado guilloché. El nácar presenta matices azules y violetas, como el cielo durante el crepúsculo. Cada detalle del ave está minuciosamente pintado, y la labor del artista para reproducir las plumas de las alas desplegadas nos invita a soñar. En el corazón de las flores, de un profundo color lavanda, las miradas descubren una apertura en forma de flor sobre la indicación día/noche. Como una ventana al tiempo, que no vemos pasar cuando nos enamoramos…

Lens Position: 1414

Después de la seducción viene el romance. Durante estos momentos tan especiales el corazón está lleno de la imagen del ser amado. En el Rendez-Vous Sonatina “Romance”, este estado de ensueño constante está representado por un martín pescador posado sobre la rama de un cerezo en flor. Símbolo de paz y prosperidad, el martín pescador, dotado de un plumaje azul y naranja, parece olvidar el tiempo. El cerezo en flor, que se asocia a momentos importantes de la vida como los encuentros, está maravillosamente pintado con un degradado de matices en rosa y blanco. La pintura de color rosa pálido sobre el nácar guilloché destaca aún más la intensidad de los colores de los pétalos.

El último modelo de estas series limitadas, el Rendez-Vous Sonatina “Amour”, representa el estado de gracia del amor. Dos urracas que lucen un espléndido degradado de verdes, del turquesa al verde agua, vuelan en la misma dirección, sobre unas peonias. Estas aves, símbolo de la felicidad, parecen regocijarse al unísono en su viaje en pareja. Las peonias, que por lo general simbolizan la riqueza y el honor, también encarnan el romanticismo y se consideran un presagio de buena fortuna y de una unión feliz. Sabiamente elaborada, la armoniosa mezcla de verdes, en el conjunto de la esfera, ofrece una gran dulzura a este modelo tan cargado de poesía.

Maravillosas y llenas de delicadeza, estas últimas creaciones no solo desvelan el virtuosismo con el que los artesanos dominan el arte y las técnicas que se practican en los talleres de oficios artísticos exclusivos e inauditos de Jaeger-LeCoultre, sino que recuerdan a cada mujer la fuerza del amor. Con un Rendez-Vous ceñido a su muñeca, la mujer, enaltecida por la belleza de su joya, se siente protagonista de su vida y de sus emociones.

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